viernes, 27 de marzo de 2009

Mandamiento No. 1 del Usuario Femenino de Taxi.

El mandamiento número uno es uno por ser obvio. No hay que conocer mucho la psicología del taxista como para saberlo: hagas lo que hagas nunca les hablés de sexo. Nunca.

Si bien deberían no ponerse como púberes al ver un pezón que se marca en una remera por causa del frío, los deberían nunca se aplican. Porque veamos, a ellos se les tiran toooodas las minas, ¿no?. Entonces ¿cómo justifican su reacción?. Porque es mentira, obvio.

Los pasos que van a seguir a partir de una leve alusión al sexo (que puede ser un "se me corrió la media") son:

a) sonreír lascivamente.

b) mirarte por el espejo con ganas, apuntando al escote.

c) hacerte preguntas indirectas.

d) tirarte una propuesta como "¿y no querés probar con un tachero?" o "¿nunca lo hiciste en un taxi?" con lo que deberías estar rezándole al dios que quieras que ya estés en tu casa.


Por este motivo recomiendo hablar del clima. No, no venía una lista larga. De lo que les hables van a quejarse. Y a no tomarse muy en serio lo del clima que puede derivar también en sexo.